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martes, 27 de septiembre de 2016

102.- NTRA. SRA. DE LA VICTORIA DE LEPANTO


  7 DE OCTUBRE
El 7 de octubre los católicos celebramos la fiesta de Ntra. Sra. del Rosario, llamada también Ntra. Sra. de la Victoria, en conmemoración de la victoria de la Liga Santa sobre los turcos en la batalla naval de Lepanto.


El antecedente de Constantinopla
El 29 de mayo del año 1453 Constantinopla, actual Estambul y antes Bizancio, cayó bajo el poder del imperio turco. Era la puerta de Europa, la capital del Imperio Romano de Oriente desde el 395, cuando Arcadio, hijo mayor de Teodosio, se convirtió en el emperador de Oriente.
Durante más de un milenio, 395 a 1453, el Imperio Bizantino fue el bastión del cristianismo y protegió a Europa occidental del avance del Islam.

El Imperio turco (1) otomano comenzó siendo como un pequeño estado de Asia Menor que entre los siglos XVI y XVII alcanzó su esplendor y se extendió por tres continentes, controló gran parte del sudeste europeo, Oriente Medio y casi todo el norte de África.

Los sultanes otomanos

Solimán II
El peligro, en la segunda mitad del siglo XVI, venía del floreciente Imperio otomano cuya flota era dueña y señora del Mediterráneo; el sultán había jurado que no descansaría hasta conquistar Roma y entrar a caballo en la Basílica de San Pedro.
La isla de Malta se defendió heroicamente de los otomanos comandados por el general Alí Pachá, gracias al esfuerzo de los caballeros de la Orden de San Juan de Jerusalén.
En 1566, Alí Pashá conquistó la isla de Chios, el último reducto genovés del Mediterráneo.
Pocos meses después, Solimán II, al mando de un numeroso ejército, se adentró en los Balcanes con la intención de apoderarse de la ciudad de Viena. No pudo lograrlo porque le sorprendió la muerte en las montañas húngaras donde luchaba contra la resistencia del Conde Zriny.

Selim II
Sucedió a Solimán II y continuó en el afán de dominar Europa y acabar con el Cristianismo. La situación de los cristianos llegó a ser desesperada.
En 1569 un incendio destruyó el arsenal veneciano; la península italiana, por una pertinaz sequía, está amenazada por la hambruna; Selím II da un ultimatum a Venecia para que entregue la isla de Chipre.

El Papa Pío V
Las desavenencias y rivalidades entre las potencias cristianas imposibilitan toda negociación. En Europa Pío V es el único que se da cuenta de la difícil situación de toda la Cristiandad e ideó el plan para buscar la salida.
En el plano religioso, mandó redoblar las oraciones, en particular el rezo del Rosario; en el plano político, convocó a las potencias cristianas a la Liga Santa, una nueva cruzada contra el Islam.
A pesar de estar enfermo, su fuerte personalidad y su discurso inflamado lograron la alianza en mayo del año 1571.

Búsqueda de la flota otomana
El Papa nombró a don Juan de Austria(2) comandante supremo de la cruzada y a Marco Antonio Colonna general de los galeones.
La responsabilidad de defender el cristianismo recayó principalmente en Felipe II, rey de España, en los venecianos y genoveses.
El 15 de septiembre de 1571 zarpó de Messina, Sicilia, la mayor flota católica jamás reunida para buscar a la flota musulmana comandada por Alí Pashá, cuñado del sultán.
Los ánimos están muy caldeados por los últimos acontecimientos: La toma de Corfú, donde los cristianos descubren que las iglesias han sido reducidas a ceniza y asesinado a sacerdotes, mujeres y niños; y la rápida caída de Chipre, con su capital Nicosia, de la que sobrevivieron unas 20.000 personas, que fueron liquidadas.

La batalla de Lepanto
El día 7 de octubre del año 1571, la flota cristiana descubrió a la turca anclada en el puerto de Lepanto. Estaba compuesta de de 210 galeras, 87 galeotas, 64 fustas y 120.000 hombres; mientras que la cristiana se componía de
200 galeras, 6 galeazas, 26 fragatas y 50.000 infantes.
La batalla naval duró desde las 6 de la mañana hasta la noche. Terminó con la muerte de Alí Pashá y la consiguiente desbandada de sus huestes.
Esta victoria cambió el curso de la historia. El Occidente cristiano quedó libre de la opresión turca, se reforzó el cristianismo y se intensificó la devoción del Santo Rosario.

Institución de la fiesta de la Virgen de la Victoria
El Papa Pío V, en agradecimiento a la Santísima Virgen por su protección, instituyó la fiesta de La Virgen de la Victoria, a celebrar el primer domingo de octubre y añadió la invocación “Auxilio de los cristianos” a las letanías lauretanas. Murió el 1 de mayo de 1572, fue beatificado por Clemente X en 1672 y canonizado por Clemente XI en 1712. Sus restos descansan en la Basílica de Santa María la Mayor de Roma.

Capillas e iglesias en honor de Ntra. Sra. de la Victoria
Tras la victoria de Lepanto, fueron erigidas muchas capillas e iglesias en honor de la Virgen de la Victoria, sobre todo en España e Italia.
El Senado Veneciano escribió, bajo el cuadro que representa la batalla, la siguiente frase: “Non virtus, non arma, non duces, sed Maria Rosarii Victores nos fecit” (Ni las tropas, ni las armas, ni los comandantes, sino María del Rosario nos hizo vencedores).
En 1573, el Papa Gregorio XIII cambió el nombre de la fiesta por el de Nuestra Señora del Rosario, Clemente XI extendió la fiesta a toda la Iglesia Occidental, en 1716 y Pío X la fijó en el 7 de octubre.

Ntra. Sra. de la Victoria en Villarejo de Salvanés (Madrid)
Luis de Requesens y Zúñiga, Encomendador Mayor de Castilla, acompañó a Don Juan de Austria(2) durante la rebelión de las Alpujarras y fue su primer lugarteniente en Lepanto, asesorándole sobre la estrategia a seguir por la flota cristiana en la batalla. Requesens pidió la intercesión de la Virgen del Rosario para lograr la victoria, prometiendo levantar un templo en Villarejo de Salvanés en el que se venerase su imagen.
Así es como la batalla de Lepanto, “la más grande ocasión que vieron los siglos” según palabras de Cervantes, tuvo su entrada en Villarejo de Salvanés. Requesens volvió a su encomienda(3) de Villarejo, que le había concedido el emperador Carlos I, y cumplió su promesa erigiendo un convento donde albergó la imagen de Ntra Sra. del Rosario y a sus custodios y servidores franciscanos.

El santuario
El Santuario de Nuestra Señora se empezó a construir en 1573. El convento se reformó en estilo barroco durante el siglo XVII y en la actualidad contiene una importante biblioteca.
De líneas austeras, acordes con la congregación que se hizo cargo del templo, los franciscanos, y coronado en su exterior por una espadaña de estilo mudéjar, este santuario es la Casa de la Patrona del municipio y, por tanto, un edificio muy querido y cuidado por el pueblo. 
Lo que fueron las dependencias del Convento es ahora Instituto de Formación Profesional. La festividad de la Virgen de la Victoria de Lepanto es el 7 de octubre, día de la Batalla.  
Es de titularidad municipal y es administrado por la Comisaría de la Virgen de la Victoria, en colaboración con el ayuntamiento y la Hermandad de Nra Sra de la Victoria.
El convento estuvo siempre ocupado por franciscanos hasta la desarmortización de Mendizábal en la que los bienes del Convento de Nuestra Señora de la Victoria fueron comprados por Gregorio Téllez, por 76.000 reales de vellón(4), reunidos entre los vecinos del lugar y que después recibieron en tierras según lo aportado.

Devoción
La imagen original fue destruida en la Guerra Civil de 1936; sólo se salvaron de las llamas las manos de Virgen y la imagen del Niño que, posteriormente se han adaptado a la nueva imagen que goza de gran devoción en toda la comarca. A lo largo de estos siglos, como dice Redondo Alcaide: "[...]de generación en generación se ha ido transmitiendo el cariño, amor, respeto y devoción de un pueblo por Quien (sic) vino a Villarejo como "Virgen de Lepanto" […]"

(1) El 23 de octubre de 1923 fue proclamada la República de Turquía, actual sucesora del antiguo Imperio otomano.
(2) Militar español, hijo natural de Carlos I, que combatió contra los piratas berberiscos y participó en la sublevación de las Alpujarras, la Batalla de Lepanto y la conquista de Túnez; asimismo, fue Gobernador de los Países Bajos, donde murió de tifus, enfermedad que contrajo en unas operaciones militares.
(3) Lugar, territorio y rentas de esta dignidad dotado de renta competente, que en las órdenes militares se daba a algunos caballeros.
(4)Moneda de plata, del valor de 34 maravedís, equivalente a 25 céntimos de peseta.






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