LA
APARICIÓN
Según
la leyenda, dos pastores guanches (primitivos pobladores de las Islas
Canarias) vieron
(1)
sobre
una peña, casi a la orilla del mar, la santa imagen la cual creyeron
estar animada. Tras muchas vicisitudes, la llevaron a una cueva, hoy
convertida en capilla.
Más
tarde, un joven llamado Antón, que había sido esclavizado por los
castellanos y bautizado en la fe católica y había logrado escapar,
reconoció en la imagen a la Virgen María.