La montaña de Montserrat, levanta su extraordinaria mole en
el mismo corazón geográfico de Cataluña. Con razón, El 11 de septiembre de 18 44,
el Papa León XIII declaró oficialmente a la Virgen de Montserrat como patrona de las diócesis
catalanas.
Consta históricamente que en el siglo IX existía en la
montaña una ermita dedicada a Santa María. Wifredo el Velloso la cedió al
monasterio de Santa María de Ripoll y un prelado de este monasterio, el abad
Oliva, siglo y medio después, estableció una pequeña comunidad monástica junto
a la ermita.