TRISTE ES LA SOLEDAD, ALEGRE LA COMPAÑÍA; LA TUYA SERÁ PERFECTA SI TE ACOMPAÑA MARÍA.

viernes, 12 de octubre de 2012

45.- LA VIRGEN DEL PILAR (12 de Oct)


 La Madre de la Hispanidad
La devoción del pueblo por la Virgen del Pilar se halla tan arraigada entre los españoles y desde épocas tan remotas, que la Santa Sede consagra la aparición de la Virgen del Pilar como “una antigua y piadosa creencia”.
El papa Pío XII  llamó a la Virgen del Pilar  “Gran Madre de la Hispanidad (1) y “Reina de la Hispanidad  (2).


El Pilar es algo nuestro, directamente relacionado con nuestro pueblo, desde nuestros orígenes cristianos, con sede y casa solariega en Zaragoza, con marca en nuestra historia, con rasgos consoladores de predilección maternal y con ecos de esperanza para el futuro de toda la Cristiandad Hispánica.
La mejor advocación  para ser proclamada Reina y Patrona de la Hispanidad es la de la Virgen del Pilar, entendiendo por Hispanidad la gran familia de naciones de origen hispánico diseminadas por el mundo que comparten, su lengua, su cultura, su religión, sus valores y su sangre, mezclada con la de los aborígenes.
En efecto, la maternidad originaria de la fe católica se simboliza especialmente en la Virgen del Pilar, por el hecho de su venida a Zaragoza, para alentar al apóstol Santiago a formar el primer núcleo de la Iglesia Española.

La Madre común
Reconocer a la Virgen del Pilar como la madre común de todas las cristiandades de la Hispanidad es reconocer que la capilla levantada por el apóstol Santiago y sus discípulos en Zaragoza es la Casa Solariega de todas las Iglesias de la Hispanidad.
Nada desmerece este hecho originario a la inmensa proliferación posterior de nuevos títulos y advocaciones de la Virgen María, en todas las naciones que conforman la Hispanidad.
Cada nación tiene una o varias advocaciones marianas muy queridas y respetadas. Todos nos sentimos orgullosos de esta inmensa riqueza mariana de nuestros pueblos. 
En verdad, podemos decir, que la Virgen María, en todas sus advocaciones, es la Madre común que guía a tantos pueblos hermanos y acompaña a sus hijos a lo largo de sus días.
Es un privilegio típico y único en la cultura de los pueblos hispanos que cantan, piropean y procesionan a su Madre celestial.
Me uno a la Ofrenda Floral de los mañicos en este día festivo y abro el corazón al abrazo fraternal con todos los pueblos hermanos.


(1) Radiomensaje a los argentinos en el I Centenario del Apostolado de la Oración, 28/10/1945.
(2) En la Alocución a los peregrinos asistentes a la beatificación de la madre Teresa de Jesús Jornet e Ibars, 28/4/1958.

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