Ninguno
de los cuatro evangelios dice cosa alguna sobre la vida de la Virgen María antes de la Anunciación , narrada en
Lucas 1,26-27: “En el mes sexto fue enviado el ángel Gabriel, de parte de Dios,
a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un varón
de nombre José.. el nombre de la virgen era María”.
“Cuando la niña llegó a la edad de tres
años, Joaquín dijo: Llamad a las hijas de los hebreos que estén sin mancilla, y
que tome cada cual una lámpara, y que estas lámparas se enciendan, para que la
niña no vuelva atrás, y para que su corazón no se fije en nada que esté fuera
del templo del Señor. Y ellas hicieron lo que se les mandaba, hasta el momento
en que subieron al templo del Señor. Y el Gran Sacerdote recibió a la niña, y,
abrazándola, la bendijo, y exclamó: El Señor ha glorificado tu nombre en todas
las generaciones. Y en ti, hasta el último día, el Señor hará ver la redención
por Él concedida a los hijos de Israel”.
Esta descripción
del Protoevangelio de Santiago compendia algunos rasgos paralelos relevantes
del Antiguo Testamento:
a) La edad avanzada de Joaquín y Ana, padres de María recuerda la longevidad de Abraham y Sara, antes de concebir a su hijo Isaac, Génesis 21, 1.
b) El voto de Joaquín y Ana de entregar a su hija al servicio exclusivo de Dios, actualiza el gesto de otra Ana, la madre del profeta Samuel que, después de dar a luz a su hijo, de forma milagrosa, lo dedica totalmente al templo de Silo, según ISamuel1,11.
c) La edad de los tres años era el momento del destete, según IIMacabeos 7,27.
a) La edad avanzada de Joaquín y Ana, padres de María recuerda la longevidad de Abraham y Sara, antes de concebir a su hijo Isaac, Génesis 21, 1.
b) El voto de Joaquín y Ana de entregar a su hija al servicio exclusivo de Dios, actualiza el gesto de otra Ana, la madre del profeta Samuel que, después de dar a luz a su hijo, de forma milagrosa, lo dedica totalmente al templo de Silo, según ISamuel
c) La edad de los tres años era el momento del destete, según IIMacabeos 7,27.
En verdad, este paralelismo de hechos no implica la existencia de “ciencia
bíblica”, pero sí abre paso al sentir popular en torno a este episodio de la
vida de María.
Como
dice el exégeta anglicano William Barclay: “Lejos estoy de pretender que estas
tradiciones y leyendas tengan algún derecho a ser admitidas como históricas,
pero tienen su importancia puesto que las historias que circulan en torno a un
hombre nos dicen muchísimo sobre ese hombre” (1)
Sentir de la Iglesia
Sentir de la Iglesia
Todo
esto cuadra perfectamente con el sentir de la Iglesia sobre esta fiesta de la
Presentación de María en el templo de Jerusalén.
El papa
Pablo VI escribió, en su encíclica Marialis Cultus, 8, refiriéndose a esta
conmemoración: “Más allá del dato apócrifo, propone contenidos de alto valor
ejemplar y venerables tradiciones, radicadas, sobre todo, en Oriente”.
La
liturgia de la Iglesia, en especial de la Iglesia Oriental, celebra esta fiesta
con gran solemnidad, confirmando que la fe del Pueblo de Dios y sus obispos y
teólogos más clarividentes, San Gregorio de Nisa, San Gregorio Nacianceno, San
Juan Crisóstomo, San Cirilo de Jerusalén y San Juan Damasceno, vieron que este
episodio de la vida de María refleja su total consagración a Dios desde la más
tierna infancia.
Consagración
que más tarde ratificará la misma Virgen María, cuando, respondiendo al ángel Gabriel, dijo: “He aquí la esclava del
Señor, hágase en mí según tu palabra”, Lucas 1, 38.
(1) The
Master`s Men, London -1967 -7).
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