TRISTE ES LA SOLEDAD, ALEGRE LA COMPAÑÍA; LA TUYA SERÁ PERFECTA SI TE ACOMPAÑA MARÍA.

martes, 26 de marzo de 2013

55.- LA ANUNCIACIÓN -25 marzo



“En el mes sexto fue enviado el ángel Gabriel, de parte de Dios, a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un varón de nombre José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María. Y, presentándose a ella, le dijo: Salve, llena de Gracia, el Señor es contigo. Ella se turbó al oír estas palabras y discurría qué podría significar esta salutación.

El ángel le dijo: No temas, María, porque has hallada gracia delante de Dios, concebirás en tu seno y darás a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús.  
El será grande y llamado Hijo del Altísimo, y le dará el Señor Dios el trono de David, su padre, y reinará en la casa de Jacob por los siglos, y su reino no tendrá fin” (Lc 1, 26-33).

María, Arca de la alianza 
Yavé me dijo: Labra dos tablas de piedra como las primeras y sube donde mí a la montaña; hazte también un arca de madera. Yo escribiré en las tablas las palabras que había en las primeras que rompiste y tú las depositarás en el arca. Hice un arca de madera de acacia, labré dos tablas de piedra como las primeras y subí a la montaña con las dos tablas en la mano. El escribió en las tablas lo mismo que había escrito antes, las diez Palabras que Yavé había dicho en el monte, en medio del fuego, el día de  me las entregó. Yo bajé del monte, puse las tablas en el arca que había hecho y allí quedaron, como me había mandado Yavé”. (Dt 10, 1-5)

El Arca de la alianza, en el Antiguo Testamento, tiene un sentido litúrgico:
Es el signo visible de la presencia de Yavé en medio de su pueblo. En él se guardan las tablas de   (I Re 8.9).
El Arca, albergada bajo la tienda, es el santuario móvil que acompaña al Israel nómada, desde los orígenes a la partida del Sinaí hasta la construcción del templo de Jerusalén por Salomón, entonces quedará fija y será el corazón del culto judío. Sobre la tienda y sobre el Arca desciende la gloria de Yavé, en forma de nube o de sombra (Ex 40,34-38)

Aplicación a María de la imagen del Arca.
En la anunciación: la sombra del Altísimo. “El Espíritu Santo vendrá sobre ti y la virtud del Altísimo te cubrirá con su sombra” (Lc 1,35).
Comparemos con el texto del Exodo 40,35: “La nube cubrió la tienda de la reunión y la gloria de Yavé llenó la morada”.
Doble presencia de Yavé: dinámica, porque Yavé baja y consagra la tienda; estática, porque la gloria de Yavé se queda habitando en la tienda. San Lucas aplica a María, en la encarnación, la teología de la nube que consagra y llena la tienda. Así, María es cubierta por el poder de Dios, la fuerza del Altísimo realiza el misterio de la encarnación (presencia dinámica). María, al igual que la tienda del Arca, queda llena de la gloria de Yavé y todo su ser es el nuevo santuario; Dios se queda en María como la gloria de Yavé se quedó en la tienda del Arca (presencia estática).        
María es el nuevo templo de Dios, signo de salvación en medio de los hombres.  Como el Arca era el centro del antiguo Israel, María lo es del nuevo Pueblo de Dios. Su maternidad divina es la prueba fehaciente de que Dios mora en ella y de que ya ha empezado la salvación. Desde María se difunden a toda la humanidad los frutos de esta salvación, porque ella está en íntima unión con su Hijo y coopera maternalmente a su obra. El Hijo opera la salvación a través de las palabras y los gestos de su madre.                               María es la mujer victoriosa que, comparada con el Arca de  asegura al Pueblo de Dios la victoria definitiva sobre el mal. La era de la salvación comienza con María que, por ser  de Dios, tiene la misma misión que su Hijo: llevar la salvación a toda la humanidad.

Eh aquí dos oraciones relacionadas con el tema de :
EL ÁNGELUS  (1)  
V. He aquí la esclava del Señor. R. Hágase en mi según tu palabra. Avemaría.
V. Y el Verbo se hizo carne. R. Y habitó entre nosotros. Avemaría.
V. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.
Oración: Te suplicamos, Señor, que derrames tu gracia en nuestras almas para que los que, por el anuncio del Ángel, hemos conocido la encarnación de tu Hijo Jesucristo, por su Pasión y Cruz seamos llevados a la gloria de su Resurrección. Por el mismo Jesucristo Nuestro Señor.        R. Amén

REGINA COELI (2)

V. Alégrate, Reina del cielo; aleluya. R. Porque el que mereciste llevar en tu seno; aleluya.
V. Ha resucitado, según predijo; aleluya. R. Ruega por nosotros a Dios; aleluya.
V. Gózate y alégrate, Virgen María; aleluya. R. Porque ha resucitado Dios verdaderamente; aleluya.
Oración: Oh Dios que por la resurrección de tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo, te has dignado dar la alegría al mundo, concédenos que por su Madre, , alcancemos el gozo de la vida eterna. Por el mismo Jesucristo Nuestro Señor. R. Amén.


(1) Se reza al mediodía durante todo el año, excepto en tiempo pascual que se sustituye por el Regina Coeli.
(2) Se reza en lugar del Angelus en el Tiempo Pascual desde la Vigila Pascual hasta el medio día del sábado de Pentecostés.

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