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jueves, 10 de septiembre de 2015

71.- EUNATE Y PUENTE LA REINA

 La ermita de Santa María de Eunate
Ermita de Eunate
Es uno de los monumentos más interesantes del románico navarro, declarado monumento nacional, está ubicada en el centro geográfico de la Comunidad de Navarra, en el municipio de Muruzábal, a unos 23 kilómetros de Pamplona, por la carretera de Campanas a Puente la Reina.
Emplazada a 2 km. de Muruzábal, en medio del campo, es un lugar en calma, propicio para el silencio y la oración, que invita al encuentro con Santa María, la Virgen de Eunate.
Santa María de Eunate

Construída en 1170. Algunos historiadores han barajado la posibilidad de que fuese obra de los Caballeros Templarios o de los Caballeros Hospitalarios de San Juan. El hallazgo de enterramientos entre las columnas del claustro y los restos de una sepultura al pie de la puerta de entrada, entre los que apareció una concha de peregrino confirman que fue, durante algún tiempo, cementerio de peregrinos.
Conocí Eunate en las frecuentes visitas desde Puente la Reina donde residía por razón de estudios. Hoy, día 21 de Septiembre, hace exactamente 70 años que llegué a dicho pueblo en 1945. Ya por entonces, Eunate me pareció especial y distinta. Su planta octogonal (como el Santo Sepulcro de Jerusalén) y el claustro que la circunda hacen de ella algo singular y diferente a cualquier otro templo románico, lo que, unido a su origen no aclarado, refuerzan el interés por una construcción que fue hospital, faro-guía de peregrinos y lugar de culto cristiano.
Si es enigmática la geometría también lo es el nombre, Eunate “cien puertas” en euskera; otros lo derivan del término coloquial “Ona ate”, buena puerta, como punto de sublimación hacia lo sobrenatural.

Puente la Reina
La situación privilegiada de este municipio hace de él un punto importante en el Camino de Santiago. En este bello pueblo navarro confluyen los tramos aragonés y francés del Camino de Santiago. “Desde aquí todos los caminos a Santiago se hacen uno” reza el Codex Callistinus. El tramo aragonés entra por Somport y pasando por Jaca y Sangüesa, entre otros, llega a Puente la Reina donde se une al tramo francés que entrando por Roncesvalles, pasa por Pamplona y, atravesando el Puerto del Perdón, llega a Puente la Reina.
En el Camino ya unificado, se ordenan, de este a oeste, una serie de monumentos a destacar:

La Iglesia del Crucifijo, inicio del Camino que atraviesa la villa, es una iglesia románica del siglo XII, situada junto al actual albergue y al antiguo hospital de peregrinos, hoy día colegio de los PP. Reparadores. Esta iglesia alberga un Crucifijo de grandes dimensiones, considerado una de las mejores obras de la imaginería gótica de España. El Crucifijo da nombre a la calle y tiene forma de Y en lugar de la cruz. Se afirma que es de origen alemán porque en Colonia y en la región de Renania hay varias efigies con esta forma de Y. Tal vez fuese traída por un peregrino o por un grupo en una peregrinación masiva. Hay quien piensa, dado el tamaño de la imagen, que debió ser esculpida “in situ” por alguien que conocía las imágenes de Alemania.

La Iglesia Parroquial de Santiago, construida a finales del siglo XII, a la vera del Camino de Santiago, hecho Calle Mayor del pueblo, a mitad del trayecto entre la Iglesia del Crucifijo y el puente medieval. En su origen fue una iglesia románica, y después ha sufrido diversas modificaciones. Es una iglesia grande y hermosa, en la que destaca el hermoso campanario.

El Puente de la Reina
Queda al final del tramo del Camino de Santiago dentro del pueblo. Este puente lo mandó edificar una Reina de Navarra, no está claro si fue Doña Mayor, esposa de Sancho III el Mayor, o la Reina Estefanía, esposa de García de Nájera, hijo de Sancho III el Mayor. Fue construido en la primera mitad del siglo XI, sobre el río Arga, para el servicio de los peregrinos a Santiago de Compostela. Posee siete arcos de medio punto, aunque sólo se ven seis pues el séptimo está debajo del torreón que se edificó posteriormente para controlar el paso de persones y enseres. Un siglo después de la construcción del puente, Alfonso I el Batallador, rey de Aragón y de Navarra, fundó la villa de Puente de la Reina, según reza la firma del acta de fundación en 1211: “La Puente del Arga que también se llama de la Reina”.
El Puente de la Reina dio su nombre a un pueblo destinado a la hospitalidad, acogedor de los peregrinos que procedentes de Europa se dirigen a Santiago de Compostela. El pueblo de Puente la Reina, por tanto, debe su existencia al Camino de Santiago a cuyos peregrinos se les facilitó el paso del río Arga con la construcción del llamado Puente de la Reina.
Sigue el Camino de Santiago. A las afueras de Puente la Reina encontramos el convento de las Comendadoras del Espíritu Santo y, en paralelo al río Arga, poco después atacaremos una empinada cuesta que nos llevará Mañeru, a Estella y... A Santiago de Compostela.
Emociona pensar en la cantidad de peregrinos que, a través de los siglos, han pasado por esta ermita para mostrar su devoción a la Virgen Santa María de Eunate

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