TRISTE ES LA SOLEDAD, ALEGRE LA COMPAÑÍA; LA TUYA SERÁ PERFECTA SI TE ACOMPAÑA MARÍA.

jueves, 31 de diciembre de 2015

73.- MATERNIDAD DIVINA DE MARIA


DÍA 1 DE ENERO

Santa María, Madre de Dios
Para todos los cristianos es una verdad de fe contenida en la Sagrada Escritura y en la Tradición.

El que nacerá de María será llamado “Hijo de Dios (Lc 1, 35)

En la visitación de María a su prima Isabel, ésta extrañada le dice: “De dónde a mí que la Madre de mi Señor venga a visitarme?(Lc 1, 43)

La palabra Theotokos” (Madre de Dios) se encuentra en la antiquísima antífona "Bajo tu amparo", muy probablemente la oración más antigua dedicada a María.

Los Santos Padres, los teólogos y los diversos Concilios emplean también la palabra Theotokos para referirse a la Santísima Virgen María. Los latinos emplean las equivalentes “Dei Mater” o “Dei Genetrix”.

¿Qué hay más noble que la Madre de Dios? ¿Qué más espléndido que Aquélla a la que el Esplendor eligió?” (San Ambrosio)

Verdaderamente bendita la que fue mayor que el cielo, más fuerte que la tierra, más extensa que el orbe; porque a Dios, a quien el mundo no contiene, Ella sola le contiene” (San Pedro Crisólogo).

Ella sola con Dios Padre puede decir al Hijo: Tú eres hijo mío” (Santo Tomás de Aquino)

La Maternidad Divina confiere a María toda su grandeza y dignidad. La humilde esclava es elevada sobre todas las criaturas y la fuerza del Espíritu Santo aceptada con el “sí generoso de María”, la convierte en la Madre del Señor.

En virtud de su Maternidad Divina María recibe el culto de “hiperdulía” o especial veneración.

Bendita tú, María, entre todas las mujeres.
Bendita tú, María, que engendraste en tu seno al Salvador del mundo.
Bendita tú, María, que con fe aceptaste lo que parecía imposible y el Todopoderoso obró en Ti la maravilla de ser la Madre de Dios.

Bendita tú, María, por habernos adoptado como hijos.
Como hijos, te cantamos y ensalzamos.

Como hijos, nos acogemos a tus súplicas:
Santa Madre de Dios, ruega por nosotros a tu Hijo para que conceda la paz a los países en guerra, la fortaleza a los cristianos perseguidos, trabajo a los que de él carecen, y a todos generosidad en la mutua ayuda.
Santa Madre de Dios fortalécenos en nuestras debilidades, protégenos en los peligros y guía nuestros pasos hacia el encuentro con tu Hijo Jesús.

Deseamos empezar el año 2016 del mejor modo posible: Alabando y ensalzando a María, la Madre de Dios y en Ella a su Hijo, nuestro Salvador.




Enlaces que pueden interesar:

               “Bajo tu amparo”,

                      La Maternidad Divina 

                      María Madre de Jesús



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