Todo
nace por una carta y una leyenda popular.
La
carta
En
la catedral de Toledo se conserva una carta de San Ildefonso a un
canónigo de Zaragoza en la que le indicaba que al pasar por Madrid
“se acordara de que en su Vega había
una devota imagen de Ntra. Señora con un Niño
en el brazo izquierdo y una manzana en la mano derecha,
llamada la Virgen de Atocha”.
Esto
indica que ya en el siglo VII era conocida la Virgen de Atocha de la
vega del río Manzanares que era venerada en la ermita de Santiago el
Verde ubicada en un lugar del río Manzanares cercano a la Dehesa de
Arganzuela, denominado El Sotillo al que los madrileños
hacían romería.
Lope
de Vega popularizó la romería que se hacía el 1 de mayo, de tal
modo que en el siglo XVI era muy corriente entre los madrileños la
frase “bajar al sotillo”.
En
el siglo XVII fue destruida la ermita y nadie se preocupó de su
reconstrucción, propiciando que ermita y romería cayesen en el
olvido.
La
leyenda
Sobre
el año 720 la imagen había desaparecido de su ermita y, tras
intensa búsqueda, fue encontrada escondida en un atochar, en
el camino de Vallecas (1), por lo que decidieron construir una
nueva ermita en el lugar del encuentro. Los moros, al observar las
obras, pensaron que se trataba de fortificaciones y atacaron a los
cristianos.
El
caballero madrileño Gracián Ramírez, viendo su inferioridad y
temiendo que su esposa e hijas fuesen ultrajadas accedió a sus
ruegos y las decapitó, dejando sus cuerpos a los pies de la Virgen.
Los
cristianos atacaron con furia e hicieron huir a los moros,
considerando que la victoria era un favor de la Virgen volvieron ante
su imagen para darle las gracias y Gracián Ramírez encontró vivas
a su mujer e hijas.
Esta
leyenda es mencionada por las plumas insignes de Lope de Vega,
Francisco de Rojas, Zorrilla y Hartzembusch.
Dos
narraciones diferentes
Las
narraciones anteriores, historia y leyenda, coinciden en el nombre
“la Virgen de Atocha” y en la postura de la imagen; pero,
difieren en la ubicación de las capillas; una en la vega del
Manzanares, en El Sotillo y la otra en el camino de Vallecas.
¿Podemos deducir que la imagen desaparece de El Sotillo y aparece en
el Camino de Vallecas? Considerando las fechas, algo sigue
permaneciendo confuso.
El
nombre de “atocha”
Según
el Diccionario de la Real Academia Española,
“atocha” significa “esparto” y “atochada,
atajadero o presa hecha de atocha para contener el agua”.
Parece ser que se dio el nombre de Virgen de Atocha porque la imagen
fue encontrada en un atochar (2)(campo de
esparto) o por las atochadas que se hacían en el lugar para desviar
las corrientes de agua.
La
ermita
En
el siglo XI las crónicas cuentan sobre la capilla de Atocha que era
muy pequeña porque los acuerdos con las autoridades musulmanas, que
permanecían en Madrid, no permitían dimensiones mayores.
La
situación cambió con la conquista de Madrid por Alfonso VI, a
partir del 1083 la capilla se enriquece con las mandas y donativos
hasta el punto de tener varios capellanes encargados del culto.
En
el año 1150 el arzobispo de Toledo, del cual dependía la ermita
eclesiásticamente, nombró canónigos para la iglesia de Santa
Leocadia y anexionó, entre otras, la ermita de Santa María de
Atocha, pues la mayor afluencia de fieles exigía la construcción
de un templo mayor, lo que se llevó a cabo, pero sin derribar la
ermita.
Ya
en el siglo XVI, fray Juan Hurtado de Mendoza, confesor de Carlos V,
ante el estado ruinoso de la ermita, decidió convertirla en una gran
iglesia y, al mismo tiempo, aprovechó la ocasión para reconvertir
las casas de los canónigos de la iglesia de Santa Leocadia en un
convento de frailes dominicos, quienes se encargaron de la iglesia
por concesión del Papa Adriano VI en 1523.
La
imagen de la Virgen de Atocha
Es
una talla pequeña de madera, sin policromar, de estilo
tardorrománico, de los siglos XIII o XIV. La Virgen es casi negra y
está sentada con el Niño sobre la rodilla izquierda y una manzana
en la mano derecha.
Habiendo
sido tallada en el siglo XIII o XIV, no puede ser la imagen original
descrita, en el siglo VII, por San Ildefonso en la carta arriba
mencionada y que fue venerada en la ermita del Sotillo. La
coincidencia de nombre y de postura hace pensar que puede tratarse de
una réplica de aquélla.
La
Virgen de Atocha y los reyes españoles
La
Virgen de Atocha está muy unida a la monarquía española.
Felipe
II (1556-1598) la profesaba gran devoción, la consideraba Patrona de
Madrid y de todos sus reinos; la visitaba antes y después de
combatir y mandó edificar la Capilla Mayor.
Felipe
III (1598-1621), el 10 de noviembre de 1602, puso bajo su patronato
real la iglesia y el monasterio.
Felipe
IV (1621-1665) la proclamó protectora de la familia real y de la
monarquía española. Cuando se quemó la iglesia, el 14 de agosto de
1652, ordenó su restauración completa.
Carlos
II (1665-1700) encomendó la decoración pictórica del interior a
Lucas Jordán.
Felipe
V (1700-1724) bautizó en esta basílica a su hijo el futuro Luis I
(1724-1724).
Isabel
II (1833-1868) atribuyó a la Virgen de Atocha haber salido ilesa de
un atentado, en agradecimiento le hizo grandes regalos.
Alfonso
XII (1874-1885) celebró sus matrimonios con María de las Mercedes
de Orleans el 23 de enero de 1878 y con María Cristina de
Habsburgo-Lorena el 29 de noviembre de noviembre de 1879.
Felipe
VI (2014- ), actual rey de España, y su esposa Letizia Ortiz,
después de su boda en la catedral de La Almudena, depositaron a los
pies de la Virgen de Atocha el ramo de novia.
En
la Familia Real Española existe la tradición de que las reinas y
princesas de Asturias presentes a los príncipes e infantes a la
Virgen de Atocha, unos 40 días después del parto. Tradición
cumplida por la reina María Cristina de Habsburgo-Lorena con su hijo
Alfonso (futuro Alfonso XIII), la reina Sofía de Grecia con sus
hijos Felipe, Elena y Cristina y la entonces princesa y actual reina
Letizia con sus hijas Leonor y Sofía.
El
convento convertido en cuartel
Durante
la ocupación francesa de 1808, los religiosos dominicos fueron
expulsados, el convento convertido en cuartel y se produjeron robos y
destrucciones de obras de arte.
Pasada
la invasión francesa, los dominicos volvieron al convento; pero,
duró poco su estancia porque, en 1835, se produjo la exclaustración
de Mendizábal y los frailes fueron expulsados de nuevo, el
convento convertido en cuartel de inválidos y la iglesia en
parroquia castrense.
Isabel
II restableció el culto en la iglesia de la Virgen de Atocha y fue
elevada a Basílica, a petición suya, en 1863.
María
Cristina, viuda de Alfonso XII, reina regente del futuro Alfonso XIII
(1886-1931), viendo el calamitoso estado de los edificios tras la
invasión francesa y la desamortización de Mendizábal, ordenó, en
1888, el derribo de los mismos y la construcción de un complejo en
el que se incluiría un Panteón de Hombres Ilustres. La imagen de la
Virgen fue trasladada a la parroquia del Buen Suceso.
El
concurso público se lo adjudicó el arquitecto Fernando Arbós y
Tremanti, quien proyectó la basílica con un campanile y el panteón.
Se empezaron las obras en 1891, pero por problemas económicos fueron
suspendidas.
En
1924, el rey Alfonso XIII cedió la propiedad y nuevos terrenos a los
frailes dominicos y éstos reanudaron las obras, sin seguir el
proyecto de Arbós. En noviembre de 1926 se trasladó la Virgen,
desde la parroquia del Buen Suceso hasta la nueva iglesia.
Guerra
Civil de 1936
El
20 de julio de 1936, fueron incendiados la iglesia y el convento,
perdiéndose todo menos la imagen de la Virgen que, previamente,
había sido escondida. Fueron martirizados cinco frailes: Luis
Furones, Jacinto García, José López, Félix Alonso e Isabelino
Carmona.
En
1939, aprovechando las paredes que habían quedado en pie tras el
incendio se habilitó un salón para capilla en el sótano y en él
recibió culto la Virgen de Atocha, mientras se construía la nueva
basílica, que fue inaugurada en 1951 y, en 1965, erigida como
Parroquia con el título de Nuestra Señora de Atocha por el obispo
Casimiro Morcillo.
Dentro
del conjunto se encuentra el convento de los dominicos y junto a la
Parroquia se construyó, en 1963, el Colegio Virgen de Atocha que,
con una matrícula de unos 2.000 alumnos, cubre las necesidades del
barrio.
(1)
El Camino de Vallecas, en la Edad Media, iba desde el actual pueblo
de Vallecas hasta la Plaza del Arrabal (actual Plaza Mayor en Madrid). En el siglo XVI, popularmente toma el nombre de Camino de
Atocha.
(2)
Eran grandes olivares plagados de atochas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario