TRISTE ES LA SOLEDAD, ALEGRE LA COMPAÑÍA; LA TUYA SERÁ PERFECTA SI TE ACOMPAÑA MARÍA.

domingo, 25 de noviembre de 2012

51.- LA INMACULADA CONCEPCIÓN (8 Dic)

La Inmaculada Concepción o Purísima es muy conocida y venerada en toda la cristiandad. Sus orígenes se remontan en Oriente al siglo VIII, y en Occidente al siglo IX, aunque tuvieron que pasar varios siglos hasta su definición dogmática. 

La definición dogmática                                                         El 8 de diciembre de 1854, en la Basílica de San Pedro, Pío IX leyó la bula Ineffabilis Deus con voz clara y sonora, pero su emoción era tan grande que tuvo que detenerse hasta en tres ocasiones.                                                                          Con la autoridad de nuestro Señor Jesucristo, la de los santos Apóstoles Pedro y Pablo y la nuestra, declaramos, pronunciamos y definimos que la doctrina que sostiene que la Bienaventurada Virgen María fue preservada inmune de toda mancha de pecado original en el primer instante de su concepción por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente, en atención a los méritos de Jesucristo, Salvador del genero humano, está revelada por Dios”. (Pío IX, Bula Ineffabilis Deus, 1854)


El dogma de la Inmaculada Concepción descubre el papel excepcional de María.
Por parte de Dios, María está en el designio de Dios, quien responde con benevolencia a los anhelos humanos de liberación.
Por parte del hombre, María como miembro eminente de la humanidad, coopera al designio de Dios dando libremente su respuesta afirmativa.

María en la cumbre de la religión de la espera.
En el marco de la historia de Israel, María es el último eslabón de la religión de la espera. Vistas las cosas desde Dios, la Inmaculada Concepción es el principio de la respuesta de Dios a la esperanza secular de liberación del mal, que ha animado siempre al ser humano. Esta respuesta de Dios tiene un contenido y un modo de darla.
La salvación que el Mesías traerá para todos se anticipa en su Madre, de manera total. Ella es la perfecta y totalmente redimida, “de modo eminente, en virtud de los méritos de su Hijo” (LG 53)
Todo hombre, al ser concebido, entra en el reino del pecado original, del que debe ser purificado y santificado por la gracia de Cristo. Hay un intervalo temporal entre el momento de la concepción y el de la santificación. Este intervalo no se dio en María.

La Inmaculada Concepción Patrona de España y de Hispanoamérica               
España se adelantó casi un siglo a la definición dogmática. En efecto: el 17 de julio de 1760, según narra La Fuente en su Historia General (Tomo IV, pág. 124), reunidas las Cortes del Reino en el Palacio del Buen Retiro de Madrid, bajo la presidencia del Rey Carlos III, con asistencia de los Procuradores de todos los reinos de España y América,
«acordaron por unanimidad de votos suplicar al rey se dignase tomar por singular patrona y abogada de estos reinos y los de Indias y demás a ellos anexos e incorporados, a la Virgen Santísima, bajo el misterio de la Inmaculada Concepción, sin perjuicio del patronato que en ellos tiene el Apóstol Santiago... y que se dignara solicitar bula de Su Santidad en aprobación y confirmación de éste».  
                       
Así lo hizo el rey Carlos III la Inmaculada Concepción fue proclamada Patrona de España por el papa Clemente XIII, mediante la bula “Quantum Ornamenti”, el 25 de diciembre de 1760.

El pueblo y los teólogos
La devoción de España y América al misterio de la Inmaculada Concepción tenía cierto carácter especial por su fuerte arraigo en el pueblo y en los grandes teólogos españoles que fueron los que, con gran ahínco defendieron el misterio de la Inmaculada Concepción.   
El mismo Pío IX, cuando se erigió en Roma el grandioso monumento a la Inmaculada Concepción, eligió como lugar de emplazamiento para el mismo la Plaza de España, y fue personalmente a bendecirlo, desde los balcones de la Embajada de España.
En el acto de la bendición, añadió: "Fue España, la Nación, que por sus reyes y por sus teólogos, trabajó más que nadie para que amaneciera el día de la proclamación del dogma de la Concepción Inmaculada de María".

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