Es una advocación de la Virgen María venerada en la
localidad de Fátima (Portugal) que nació tras las apariciones de la Virgen María a tres
pastorcillos de la localidad.
(1) Fue transcrito por Sor Lucía dos Santos el3 de enero de 19 44 y hecho público por
el Secretario de Estado del Vaticano, Cardenal Angelo Sodano, el 13 de mayo del 2000 .
Los
videntes
Los tres nacieron y
vivían en el caserío de Aljustrel, perteneciente a la población de Fátima.
Lucía dos Santos de diez
años; nacida el 22
de marzo de 19 07, falleció, a los 97 años en el convento de
carmelitas de Coimbra, el 13 de febrero de 2005 .
Francisco Marto, de nueve años, nacido el 11 de junio de 19 08, falleció el 4 de abril de 19 19.
Jacinta Marto, hermana de
Francisco, de siete años, nacida el 11 de marzo de 19 10, falleció el 20 de febrero de 19 20.
Las
apariciones
Los niños aseguraron que veían
a una señora, vestida de blanco, encima de una encina y que les pidió que
volvieren al mismo lugar el día 13 de cada mes, durante seis meses. Las apariciones se sucedieron a lo largo de
seis meses, empezando el 13 de mayo de 19 17 y terminando el 13 de octubre, todas el
día 13 de cada mes, excepto la de agosto que fue el día 19.
Según el testimonio de
los niños la Señora
les recomendó el rezo del Rosario para la conversión de los pecadores y les pidió
que se hiciese allí una capilla. Esta capilla fue el origen del actual
Santuario de Ntra. Sra. del Rosario de Fátima.
En el tiempo en que sucedieron las apariciones, la Virgen realizó varias profecías y recomendaciones y entregó tres
mensajes a Lucía, la mayor del grupo.
Los tres secretos de Fátima
En
1941, Lucía reveló dos de ellos:
Primero:
"Ustedes han visto el infierno donde van las almas de los pobres
pecadores. Para salvarles, Dios desea establecer en el mundo la devoción a mi Inmaculado Corazón”.
Segundo: "La Primera Guerra
mundial terminara pronto. Sin embargo, si la humanidad no deja de ofender a
Dios, otra guerra peor surgirá en el Reinado del Papa Pío XI. Cuando ustedes
vean una noche iluminada por una luz desconocida, sepan que éste es el gran
signo que Dios les da, porque Él va a
castigar al mundo por sus crímenes a través de las guerras, el hambre, la
persecución de la Iglesia
y del Santo Padre. Para impedir esto, Yo vendré a pedir la consagración de
Rusia a mi Inmaculado Corazón y la comunión de reparación de los Primeros Sábados.
Si mi petición es acatada, Rusia se convertirá, y habrá paz. Si
no, Rusia transmitirá sus errores a través del mundo, promoviendo guerras y la
persecución de la Iglesia ;
los buenos serán martirizados, el Santo Padre tendrá que sufrir mucho, varias
naciones serán aniquiladas; en el final mi Inmaculado Corazón triunfará. El
santo Padre consagrara Rusia a mi la cual se convertirá, y algún tiempo de paz
se le dará al mundo."
Tercero (1) “Después de las dos partes que ya he expuesto,
hemos visto, al lado izquierdo de Nuestra Señora, un poco más en lo alto, a un
ángel con una espada de fuego en la mano izquierda; centelleando, emitía llamas
que parecía iban a incendiar el mundo; pero se apagaban al contacto con el
esplendor que Nuestra Señora irradiaba con su mano derecha, dijo con voz
fuerte: ¡Penitencia, Penitencia, Penitencia! Y vimos , en una inmensa luz, qué
es Dios: ´Algo semejante a como se ven las personas en un espejo cuando pasan
ante él´ a un obispo vestido de blanco ´hemos tenido el presentimiento de que
fuera el Santo Padre´.
También
a otros obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas subir una montaña
empinada, en cuya cumbre había una gran cruz, de maderos toscos, como si fueran
de alcornoque con la corteza; el Santo Padre, antes de llegar a ella, atravesó
una gran ciudad medio en ruinas y medio tembloroso, con paso vacilante,
apesadumbrado de dolor y pena, rezando por las almas de los cadáveres que
encontraba por el camino; llegado a la cima del monte, postrado de rodillas a
los pies de la gran cruz, fue muerto por un grupo de soldados que le dispararon
varios tiros de armas de fuego y flechas: y del mismo modo murieron, uno tras
otro, los obispos, sacerdotes, religiosos, religiosas y diversas personas
seglares, hombres y mujeres de diversas clases y posiciones. Bajo los dos brazos
de la cruz había dos ángeles con una jarra de cristal en la mano, en las que
recogían la sangre de los mártires y regaban con ella las almas que se acercaban
a Dios”.
Comentario Teológico del Cardenal
Ratzinger, Prefecto de la
Congregación para la Doctrina de la Fe. (2)
Está
dividido en tres partes:
Revelación
pública y revelaciones privadas (3), su lugar teológico.
Estructura
antropológica de las revelaciones privadas.
Intento
de interpretación del secreto de Fátima.
Primera parte: El término “revelación pública” designa la acción
reveladora de Dios destinada a toda la humanidad, que ha encontrado su
expresión literaria en las dos partes de la Biblia : el Antiguo y el Nuevo Testamento. Se
llama “revelación” porque en ella Dios se ha dado a conocer progresivamente a
los hombres, para atraer a sí y para reunir en sí a todo el mundo por medio del
Hijo, encarnado, Jesucristo.
En
Cristo Dios ha dicho todo, es decir, se ha manifestado a sí mismo y, por lo
tanto, la revelación ha concluido con la realización del misterio de Cristo que
ha encontrado su expresión en el Nuevo Testamento.
Segunda parte: La “revelación privada”, en cambio, se refiera a
todas las visiones y revelaciones que tienen lugar una vez terminado el Nuevo
Testamento: es ésta la categoría dentro de la cual debemos colocar el mensaje de Fátima.
La
autoridad de las revelaciones privadas es esencialmente diversa de la única revelación pública. Ésta exige
nuestra fe, la revelación privada, en cambio, “es una ayuda para la fe y se
manifiesta como creíble precisamente porque remita a la única revelación
pública”. Citando al teólogo flamenco E. Dhanis, el Prefecto para la Fe afirma que “la aprobación
eclesiástica de una revelación privada contiene tres elementos: el mensaje en
cuestión no contiene nada que vaya contra la fe y las buenas costumbres; es
lícito hacerlo público, y los fieles están autorizados a darle su adhesión en
forma prudente”. “Un mensaje así puede ser una ayuda válida para comprender y
vivir mejor el Evangelio en el momento presente, por esto no se debe descartar.
Es una ayuda que se ofrece, pero no es obligatorio hacer uso de la misma”.
Tercera parte: Intento de interpretación del secreto de Fátima.
La
palabra clave de esta parte del secreto es el triple grito. ¡Penitencia,
Penitencia, Penitencia!
Viene
a la mente el comienzo del Evangelio: “paenitemini et credite evangelio” (Mc 1, 15) (haced penitencia y creed al
Evangelio).
Comprender
los signos de los tiempos significa comprender la urgencia de la penitencia, de
la conversión y de la fe. Esta es la respuesta adecuada al momento histórico,
que se caracteriza por grandes peligros y que serán descritos en las imágenes sucesivas. Me permito
insertar aquí un recuerdo personal: en una conversación conmigo, Sor Lucía me
dijo que le resultaba cada vez más claro que el objetivo de todas las
apariciones era el de hacer crecer siempre más en la fe, en la esperanza y en
la caridad.. Todo el resto era sólo para conducir a esto.
Las “imágenes” del secreto
El ángel con la espada de fuego a la derecha de la
Madre de Dios recuerda imágenes análogas del libro del
Apocalipsis. Representa la amenaza del juicio que incumbe sobre el mundo. La
perspectiva de que el mundo podría ser reducido a cenizas en un mar de llamas,
hoy no es considerada, en absoluto, pura fantasía: el hombre mismo ha
preparado con sus inventos la espada de
fuego.
La
visión muestra después la fuerza que ase opone al poder de destrucción: el
esplendor de la Madre
de Dios y, proveniente siempre de Él, la llamada a la penitencia. De este modo
se subraya la importancia de la libertad del hombre: el futuro no está
determinado de un modo inmutable y la imagen que vieron los niños no es una
película anticipada del futuro, de la que nada podría cambiarse. En realidad,
toda la visión tiene lugar sólo para llamar la atención sobre la libertad y
para dirigirla en una dirección positiva: movilizar las fuerzas del cambio
hacia el bien.
El lugar de la acción
aparece descrito con tres símbolos: una montaña escarpada, una gran ciudad
medio en ruinas y una gran cruz de troncos rústicos.
Montaña y ciudad
simbolizan el lugar de la historia humana, costosa subida hacia lo alto, lugar
de la creatividad, de la convivencia y de las destrucciones, en las que el
hombre destruye la obra de su propio tr4abajo. Sobre la montaña está la cruz,
meta y punto de orientación de la historia. En la cruz la destrucción se
transforma en salvación; se levanta como signo de la miseria de la historia y
como promesa para la misma.
Las personas: el Obispo
vestido de blanco, otros Obispos, sacerdotes, religiosos, religiosas y hombres
y mujeres de todas las clases y estratos sociales.
El
Papa parece que precede a los otros, temblando y sufriendo por los horrores que
los rodean: las casas están en ruinas y
su camino pasa en medio de cuerpo sin vida. El camino de la Iglesia se describe como
un vía crucis, como camino en un tiempo de violencia, de destrucciones y de
persecuciones. Está representada la historia de todo un siglo, el siglo pasado,
al que podemos reconocer como siglo de los mártires, de los sufrimientos y de
las persecuciones contra la
Iglesia , siglo de las guerras mundiales y de otras muchas
locales que han hecho experimentar nuevas formas de crueldad. En el espejo de
esta visión vemos pasar a los testigos de las fe de decenios.
La figura del Papa tiene un papel especial. En su fatigosa subida a la montaña encontramos
juntos a varios Papas, desde Pío X hasta el actual, que han compartido los
sufrimientos de este siglo y se han esforzado por avanzar en el camino que
lleva a la cruz.
En
la visión, el Papa es matado en el camino de los mártires. Después del atentado
del 13 de mayo de
1981 , Juan Pablo II, al leer el texto de la tercera parte del
secreto, ¿reconoció su propio destino? Estuvo muy cerca de la muerte, él mismo
explicó el haberse salvado con estas palabras: “fue una mano materna la que guió la trayectoria de la bala y el Papa
agonizante se detuvo en el umbral de la muerte” (13 de mayo de 1994 ).
Una
vez más se muestra que no existe un destino inmutable, que la fe y la oración
son poderosas, pueden influir en la historia y que, al final, la oración es más
fuerte que las balas, la fe más potente que las divisiones.
Los
ángeles recogen, bajo los brazos de la cruz, la sangre de los mártires y riegan
con ella las almas que se acercan a Dios. La sangre de Cristo y la de los mártires
están aquí consideradas juntas: la sangre de los mártires fluye de los brazos
de la cruz. Su martirio y la pasión de Cristo se convierten en una sola cosa.
Esta
parte del secreto, tan angustiosa al principio, concluye con una imagen de esperanza: ningún sufrimiento es vano y la Iglesia de los mártires es
una señal orientadora en la búsqueda de Dios por parte del hombre; del
sufrimiento de los testigos deriva una fuerza de purificación y de renovación
porque actualiza el sufrimiento de Cristo y transmite en el presente su
eficacia salvadora.
El
secreto de Fátima, en su conjunto, es una exhortación a la oración como camino
para la salvación de las almas y, en el mismo sentido, una llamada a la
penitencia y la conversión.
El
maligno tiene poder en este mundo porque el mal uso de nuestra libertad nos
aleja de Dios, pero la libertad hacia el mal ya no tiene la última palabra desde
que Dios mismo tiene corazón humano y de ese modo ha dirigido la libertad del
hombre hacia el bien.
Cobran
todo su sentido las palabras de Jesús: “padeceréis
tribulaciones en el mundo, pero tened confianza; yo he vencido al mundo”
(Jn 16,33).
El
mensaje de Fátima nos incita a confiar en esta promesa.
(1) Fue transcrito por Sor Lucía dos Santos el
(2)
En lugar de un comentario propio al mensaje de Fátima he preferido “tomar” el
que hizo, en su día, el entonces Cardenal Ratzinger.
(3) Esta es la web con las normas de la Iglesia sobre las revelaciones privadas: http://www.vatican.va/roman_curia/congregations/cfaith/documents/rc_con_cfaith_doc_19780225_norme-apparizioni_sp.html
(3) Esta es la web con las normas de la Iglesia sobre las revelaciones privadas: http://www.vatican.va/roman_curia/congregations/cfaith/documents/rc_con_cfaith_doc_19780225_norme-apparizioni_sp.html
La
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