TRISTE ES LA SOLEDAD, ALEGRE LA COMPAÑÍA; LA TUYA SERÁ PERFECTA SI TE ACOMPAÑA MARÍA.

viernes, 28 de junio de 2013

61.-NTRA. SRA. DE CHIQUINQUIRÁ

 A.- NUESTRA SEÑORA DE CHIQUINQUIRÁ DE COLOMBIA - 9 julio

La historia 

Se remonta al siglo XVI, cuando los dominicos realizaban expediciones de evangelización en la región central del país. Fray Andrés Jadraque quiso dotar con un lienzo o cuadro de la Virgen del Rosario a la capilla que había construído Antonio de Santana  en 1560.
                                                              
Sobre una rústica tela de algodón de procedencia indígena, un pintor español,   Alonso de Narváez pintó una imagen de la Virgen del Rosario, advocación mariana favorita de los dominicos.  El lienzo, de 125 cm. de ancho y 111 de alto, tiene a los lados de la Virgen a San Antonio de Padua, patrono del encomendero y a San Andrés Apóstol, patrono del fraile que la había mandado hacer.
                                                    
En 1562 el cuadro fue colocado en una capilla techada de paja, donde permaneció hasta 1574. La acción del aire, de la humedad y del sol deterioraron tanto la pintura que era ya imposible reconocer lo que había sido pintado en ella. En 1577 la deteriorada imagen fue llevada a la población de Chiquinquirá y abandonada en el cuarto que tiempo atrás sirviera de oratorio a la familia.                                                                 
Años más tarde llegó al lugar María Ramos, quien después de arreglar y limpiar la modesta capilla colocó en ella el borroso lienzo que un día llevara la imagen de la Virgen del Rosario. Diariamente oraba y pedía a la Virgen que se manifestase, hasta que el viernes 26 de diciembre de 1586, cuando María salía del oratorio, una indígena le gritó: “Mire, mire, señora”.     La imagen había recobrado su color y su brillo original, y habían desaparecido los rasguños y agujeros de la tela. Desde entonces, creció más y más la devoción a la Virgen bajo la advocación de Ntra. Sra. del rosario de Chiquinquirá. 

La imagen 
La Virgen del Rosario vuelve su mirada hacia la izquierda, desviando la atención hacia el Niño casi desnudo que lleva en sus brazos. Es una imagen serena cuya delicada sonrisa irradia gran dulzura. El color de su rostro es pálido, lo mismo que el del Niño.
Curiosamente, éste lleva en la mano derecha un pajarito de vivo plumaje que un cordel sujeta a su dedo pulgar y de la mano izquierda cuelga un pequeño rosario. Nuestra Madre apoya su cuerpo sobre una media luna, en una posición que sugiere que va de camino. Cubre su cabeza una toca blanca recogida sobre el pecho, y un manto azul celeste envuelve su vestido de color rosado. 
Con el dedo meñique de su mano izquierda sostiene un rosario que le cae en el medio del cuerpo y en la mano derecha porta un cetro de reina. El cuadro conserva las huellas del pasado deterioro y es cosa notable el que las figuras, que de cerca se ven imprecisas o borrosas, adquieren su relieve y profundidad cuando se observan a cierta distancia.                                                                                         
Al lienzo se le han superpuesto dos coronas, un cetro, dos rosarios y 27 escudos de oro que dan un hermoso relieve al cuadro, cuyo marco, formado por semicircunferencias de plata, porta las insignias de la condecoración presidencial. Durante trescientos años el cuadro de la Virgen del Rosario de Chiquinquirá se presentó a los fieles sin protección alguna, contándose por millares los objetos que anualmente tocaban la endeble tela de algodón. 
Los devotos usaban largas varas o cañas para hacer llegar hasta el bendito lienzo diversos objetos de devoción. Es algo realmente admirable que la tela se conserve intacta, a pesar de que tanta manipulación, por fuerza debió haber destruido totalmente el frágil tejido de algodón. Desde 1897 un grueso cristal protege la pintura de las inclemencias del tiempo y del roce con los devotos peregrinos.                                                                                                     
Tras el fuerte terremoto de 1785, los frailes dominicos construyeron una nueva iglesia en otro punto de la población y trasladaron a ella el cuadro de la Virgen en torno al año 1823. 

Devoción 
La devoción de la gente por esta imagen se manifiesta en múltiples acontecimientos, que van desde las tradicionales "romerías" o grandes peregrinaciones hechas al lugar, pasando por la música popular, hasta hechos   protagonizados por personajes como virreyes, obispos y políticos.                     
Pío VII la declaró patrona de Colombia en 1829 concediéndole fiesta litúrgica propia, el 9 de julio. La Virgen de Chiquinquirá fue coronada canónicamente en 1919 y su santuario declarado Basílica en 1927.                                                   
El gobierno de la República deColombia decidió en 1919, consagrar el país a la Virgen de Chiquinquirá como su Reina y Patrona. El 9 de julio de 1919 el presidente Marco Fidel Suárez coronó a la Virgen de Chiquinquirá como Reina de Colombia en una ceremonia realizada en la Plaza de Bolívar de Bogotá.
Si admirable es la historia del cuadro de la Virgen de Chiquinquirá, admirable es también la devoción que ha inspirado durante siglos.                                           



B).- La Virgen de Chiquinquirá en Venezuela                                         
Historia                                                                                                    
Una anciana lavaba la ropa en la orilla de la laguna de Coquivacoa (hoy Lago de Maracaibo), cuando vio una pequeña tabla sobre las aguas, la recogió y reconoció una imagen borrosa de tipo religioso, que colocó en una pared de su casa. El 18 de noviembre de 1709, estando la anciana absorta en sus quehaceres, oyó por tres veces, unos golpes en la pared donde pendía la tablilla. Se acercó y vio, sorprendida, la imagen de la Virgen de Chiquinquirá. Corrió a la calle, gritando: ¡Milagro, milagro! 
De este modo empezó la devoción de los habitantes del estado de Zulia a la Virgen María que se incrementó con motivo del traslado de la tabla a catedral  de Nueva Zamora de Maracaibo, traslado frustrado por el sorprendente peso que adquirió la tabla, lo que fue interpretado como que la Virgen no lo quería. Tomada en cuenta la sugerencia, la tabla volvió a su peso original y fue depositada en la ermita de San Juan de Dios, hoy Basílica Menor dedicada a Nuestra. Señora. del Rosario de Chiquinquirá y San Juan de Dios.  
                                           
Devoción                                                                                                         
La devoción a la Virgen del rosario de Chiquinquirá es muy grande en la ciudad de Maracaibo, que la tiene como Patrona, lo mismo que el estado de Zulia y la Guardia Nacional de Venezuela.                                                                           
La imagen ha visitado la capital de la República y frecuentemente ha recorrido las diferentes parroquias del estado de Zulia. Todos los 18 de noviembre Maracaibo y el estado de Zulia en general, han venido celebrando la “Fiesta de la Chinita, como cariñosamente se le denomina en el país. La Fiesta se celebra con mucho entusiasmo y alegría.        













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