El
antecedente de Constantinopla
El
29 de mayo del año 1453 Constantinopla, actual Estambul y antes
Bizancio, cayó bajo el poder del imperio
turco. Era la puerta de Europa, la capital del Imperio Romano
de Oriente desde el 395, cuando Arcadio, hijo mayor de Teodosio, se
convirtió en el emperador de Oriente.
Durante
más de un milenio, 395 a 1453, el Imperio Bizantino fue el bastión
del cristianismo y protegió a Europa occidental del avance del
Islam.
El
Imperio turco (1) otomano
comenzó siendo como un pequeño estado de Asia Menor que entre los
siglos XVI y XVII alcanzó su esplendor y se extendió por tres
continentes, controló gran parte del sudeste europeo, Oriente Medio
y casi todo el norte de África.
Los
sultanes otomanos
Solimán
II
El
peligro, en la segunda mitad del siglo XVI, venía del floreciente
Imperio otomano cuya flota era dueña y señora del Mediterráneo; el
sultán había jurado que no descansaría hasta conquistar Roma y
entrar a caballo en la Basílica de San Pedro.
La
isla de Malta se defendió heroicamente
de los otomanos comandados por el general Alí Pachá, gracias al
esfuerzo de los caballeros de la Orden de San Juan de Jerusalén.
En
1566, Alí Pashá conquistó la isla de Chios,
el último reducto genovés del Mediterráneo.
Pocos
meses después, Solimán II, al mando de un numeroso ejército, se
adentró en los Balcanes con la
intención de apoderarse de la ciudad de Viena. No pudo lograrlo
porque le sorprendió la muerte en las montañas húngaras donde
luchaba contra la resistencia del Conde Zriny.
Selim
II
Sucedió
a Solimán II y continuó en el afán de dominar Europa y acabar con
el Cristianismo. La situación de los cristianos llegó a ser
desesperada.
En
1569 un incendio destruyó el arsenal veneciano; la península
italiana, por una pertinaz sequía, está amenazada por la hambruna;
Selím II da un ultimatum a Venecia para que entregue la isla de
Chipre.
El
Papa Pío V
Las
desavenencias y rivalidades entre las potencias cristianas
imposibilitan toda negociación. En Europa Pío V es el único que se
da cuenta de la difícil situación de toda la Cristiandad e ideó el
plan para buscar la salida.
En
el plano religioso, mandó redoblar las oraciones, en particular el
rezo del Rosario; en el plano político, convocó a las potencias
cristianas a la Liga Santa, una nueva
cruzada contra el Islam.
A
pesar de estar enfermo, su fuerte personalidad y su discurso
inflamado lograron la alianza en mayo del año 1571.
Búsqueda
de la flota otomana
El
Papa nombró a don Juan de Austria(2) comandante supremo de la cruzada y
a Marco Antonio Colonna general de los galeones.
La
responsabilidad de defender el cristianismo recayó principalmente en
Felipe II, rey de España, en los venecianos y genoveses.
El
15 de septiembre de 1571 zarpó de Messina, Sicilia, la mayor flota
católica jamás reunida para buscar a la flota musulmana comandada
por Alí Pashá, cuñado del sultán.
Los
ánimos están muy caldeados por los últimos acontecimientos: La
toma de Corfú, donde los cristianos descubren que las
iglesias han sido reducidas a ceniza y asesinado a sacerdotes,
mujeres y niños; y la rápida caída de
Chipre, con su capital Nicosia, de la que sobrevivieron unas
20.000 personas, que fueron liquidadas.
La
batalla de Lepanto
El
día 7 de octubre del año 1571, la flota cristiana descubrió a la
turca anclada en el puerto de Lepanto. Estaba compuesta de de
210 galeras, 87 galeotas, 64
fustas y 120.000 hombres;
mientras que la cristiana se
componía de
200
galeras, 6 galeazas, 26 fragatas y
50.000 infantes.
La
batalla naval duró desde las 6 de la mañana hasta la noche. Terminó
con la muerte de Alí Pashá y la consiguiente desbandada de sus
huestes.
Esta
victoria cambió el curso de la historia. El Occidente cristiano
quedó libre de la opresión turca, se reforzó el cristianismo y se
intensificó la devoción del Santo Rosario.
Institución
de la fiesta de la Virgen de la Victoria
El
Papa Pío V, en agradecimiento a la Santísima Virgen por su
protección, instituyó la fiesta de La Virgen
de la Victoria, a celebrar el primer domingo de octubre y
añadió la invocación “Auxilio de los
cristianos” a las letanías
lauretanas. Murió el 1 de mayo de 1572, fue beatificado por
Clemente X en 1672 y canonizado por Clemente XI en 1712. Sus restos
descansan en la Basílica de Santa María la Mayor de Roma.
Capillas
e iglesias en honor de Ntra. Sra. de la Victoria
Tras
la victoria de Lepanto, fueron erigidas muchas capillas e iglesias en
honor de la Virgen de la Victoria, sobre todo en España e Italia.
El
Senado Veneciano escribió, bajo el cuadro que representa la
batalla, la siguiente frase: “Non virtus, non arma, non duces, sed
Maria Rosarii Victores nos fecit” (Ni las
tropas, ni las armas, ni los comandantes, sino María del Rosario nos
hizo vencedores).
En
1573, el Papa Gregorio XIII cambió el nombre de la fiesta por el de
Nuestra Señora del Rosario, Clemente XI
extendió la fiesta a toda la Iglesia Occidental, en 1716 y Pío X
la fijó en el 7 de octubre.
Ntra.
Sra. de la Victoria en Villarejo de Salvanés (Madrid)
Luis
de Requesens y Zúñiga, Encomendador
Mayor de Castilla, acompañó a Don Juan de Austria(2)
durante la rebelión de las Alpujarras y fue su primer lugarteniente
en Lepanto, asesorándole sobre la estrategia a seguir por la flota
cristiana en la batalla. Requesens pidió la intercesión de la
Virgen del Rosario para lograr la victoria, prometiendo levantar un
templo en Villarejo de Salvanés en el que se venerase su imagen.
Así
es como la batalla de Lepanto, “la más grande ocasión que
vieron los siglos” según palabras de Cervantes, tuvo su
entrada en Villarejo de Salvanés. Requesens volvió a su
encomienda(3) de Villarejo, que le había concedido el
emperador Carlos I, y cumplió su promesa erigiendo un convento donde
albergó la imagen de Ntra Sra. del Rosario y a sus custodios y
servidores franciscanos.
El
santuario
El
Santuario de Nuestra Señora se empezó a construir en 1573. El
convento se reformó en estilo barroco durante el siglo XVII y en la
actualidad contiene una importante biblioteca.
De
líneas austeras, acordes con la congregación que se hizo cargo del
templo, los franciscanos, y coronado en su exterior por una espadaña
de estilo mudéjar, este santuario es la Casa de la Patrona del
municipio y, por tanto, un edificio muy querido y cuidado por el
pueblo.
Lo
que fueron las dependencias del Convento es ahora Instituto de
Formación Profesional. La festividad de la Virgen de la Victoria de
Lepanto es el 7 de octubre, día de la Batalla.
Es
de titularidad municipal y es administrado por la Comisaría de la
Virgen de la Victoria, en colaboración con el ayuntamiento y la
Hermandad de Nra Sra de la Victoria.
El convento estuvo siempre
ocupado por franciscanos hasta la desarmortización de Mendizábal en
la que los bienes del Convento de Nuestra Señora de la Victoria
fueron
comprados por
Gregorio Téllez, por 76.000 reales de vellón(4),
reunidos entre los vecinos del lugar y que después recibieron en
tierras según lo aportado.
Devoción
La
imagen original fue destruida en la Guerra Civil de 1936; sólo se
salvaron de las llamas las manos de Virgen y la imagen del Niño que,
posteriormente se han adaptado a la nueva imagen que goza de gran
devoción en toda la comarca. A lo largo de estos siglos, como dice
Redondo Alcaide: "[...]de generación en generación se ha
ido transmitiendo el cariño, amor, respeto y devoción de un pueblo
por Quien (sic) vino a Villarejo como "Virgen de Lepanto"
[…]"
(1)
El 23 de octubre de 1923 fue proclamada la República de Turquía,
actual sucesora del antiguo Imperio otomano.
(2)
Militar español, hijo natural de Carlos I, que combatió contra
los piratas berberiscos y participó en la sublevación de las
Alpujarras, la Batalla de Lepanto y la conquista de Túnez; asimismo,
fue Gobernador de los Países Bajos, donde murió de tifus,
enfermedad que contrajo en unas operaciones militares.
(3)
Lugar, territorio y rentas de esta dignidad dotado de renta
competente, que en las órdenes militares se daba a algunos
caballeros.
(4)Moneda
de plata, del valor de 34 maravedís, equivalente a 25 céntimos de
peseta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario