24 DE ENERO
Origen de esta advocación
Origen de esta advocación
Ildefonso
era muy devoto de la Santísima Virgen María (con el tiempo fue
declarado santo). En la época de San Ildefonso no existía el
proceso de canonización, pero se conservan documentos que
testimonian que recibió culto desde la época mozárabe.
En
la madrugada del 18 de diciembre del año 645, el arzobispo de
Toledo, Ildefonso en compañía de unos colaboradores fue a la
catedral a rezar maitines (1) y percibió un gran resplandor
sobre el altar. Los canónigos que le acompañaban huyeron asustados,
pero él se acercó y vio a la Santísima Virgen sentada en la
cátedra episcopal y, tras hablarle con dulces palabras, le entregó
una casulla y desapareció.
Tras
morir San Ildefonso el 23 de enero del año 667, la Iglesia toledana
decretó que el 24
de enero se celebrase en todo el arzobispado el
descenso de la Virgen María a la catedral.
Nuestra
Señora de la Paz
El
nombre y la advocación de Nuestra Señora de la Paz no llegó a
Toledo hasta finales del sigloXI.
El
año 711 los musulmanes conquistaron la ciudad de Toledo y
permaneció bajo su dominio hasta el 1085
que fue reconquistada por Alfonso VI, rey de Asturias y León. En el
Tratado de Paz firmado entre el rey Alfonso y los moros se estipuló
que el Templo principal de la ciudad quedaría para los moriscos (2).
Tras
firmar el Tratado, el rey se ausentó de Toledo, dejando a su esposa
Doña Constanza como gobernadora de la ciudad.
Los
cristianos consideraron indigno que la catedral
consagrada a la Virgen María sirviese para el culto a Mahoma y se
quejaron ante el arzobispo y la reina, quienes apoyaron su petición,
lo que fue interpretado como un consentimiento tácito. Trataron de
apoderarse de la catedral por la fuerza, sin tener en cuenta ni el
compromiso firmado por el rey ni la desventaja que tenían frente al
número de moriscos.
Moros
y cristianos llegaron a las manos, es decir a las armas; la
contienda cesó cuando la reina y el arzobispo se hicieron presentes
y aclararon que todo se había hecho sin conocimiento del rey.
Los
moros denunciaron el atentado ante el rey y éste, muy
enojado, inició rápidamente su vuelta a Toledo. Los cristianos, el
arzobispo y la reina, acompañada por su hija única, salieron al
encuentro del rey, rogándole su perdón puesto que el único motivo
que les había guiado era tributar culto al verdadero Dios en la
catedral.
El
rey Alfonso insistió en que la catedral quedaría bajo el
poder de los moros, según lo pactado.
La
embajada mora
Los
moros calcularon el peligro que podía suponer para ellos mantener
como musulmana la principal iglesia de los cristianos y enviaron una
embajada al rey con el compromiso de devolver la catedral a los
cristianos.
Todos
estuvieron de acuerdo en la paz alcanzada y el rey ordenó que al día
siguiente, 24 de enero, tomasen los cristianos posesión de la
catedral y se hiciese fiesta especial en honor a la Virgen María, a
la que, en adelante, se veneraría con el título de Ntra.
Sra. de la Paz.
Devoción
Desde
Toledo se extendió rápidamente por diversas naciones de Europa y
de toda Hispanoamérica.
En
Argentina, la devoción a Ntra. Sra. de la Paz está
vinculada al pueblo Las Lomas de Zamora que, castigado por las luchas
internas de los partidos políticos, acordó, el 20 de agosto de
1860, la creación de un templo a Nuestra Señora de la Paz, como
ofrenda de reconciliación de los argentinos.
En
Venezuela, en la Peña de la Virgen, a pocos kilómetros
de Trujillo, el 21 de diciembre de 1983 fue inaugurado el monumento
más importante a Ntra. Sra. de la Paz fuera de España.
Es
una de las estatuas más altas del mundo, de 46,72 metros de altura.
El
Papa Benedicto XV, el 5 de mayo de 1917, en medio de la 2ª
Guerra Mundial, incluyó en las Letanías Lauretanas la invocación
“Reina de la Paz”.
(1)
En la Edad Media, las horas canónicas eran una división del tiempo
seguida especialmente en los monasterios católicos. Eran las
siguientes:
Maitines:
antes del amanecer.
Laudes:
al amanecer
Prima:
primera hora después del amanecer.
Tercia:
tercera hora después de amanecer.
Sexta:
mediodía, a las 12:00 después del Ángelus
en tiempo ordinario o el Regina
coeli en
pascua.
Nona: sobre las 15:00, Hora de la Misericordia.
Vísperas: tras la puesta del sol, después del Ángelus en tiempo ordinario o el Regina Coeli en pascua.
Nona: sobre las 15:00, Hora de la Misericordia.
Vísperas: tras la puesta del sol, después del Ángelus en tiempo ordinario o el Regina Coeli en pascua.
Completas:
antes del descanso nocturno.
(2)
Moros que permanecieron en España tras la Reconquista.
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